Por Alba Torres, miembro del equipo de Baud.
Cuando hablamos de vino, cerveza y espirituosos, hablamos de un sector clave en el mercado español, que representa el ocio, el disfrute, las celebraciones y las relaciones sociales.
Es sábado por la noche. Quedas con tus amigos para cenar mientras te bebes unas cervezas (o unos vinos). Termina la cena y os vais a un bar a tomar una copa, a menudo sin saber dónde os llevará la noche. O al menos así era hasta hace unos años.
El momento de consumo de bebidas alcohólicas en las nuevas generaciones está cambiando. Crece el consumo diurno frente al nocturno, y vemos como el consumidor cada vez se desplaza menos entre locales, pero alarga su experiencia de consumo en el local en el que se encuentra, buscando experiencias lo más completas posibles.
Pero más allá del momento de consumo, ¿cómo es este nuevo consumidor y qué busca en una bebida con alcohol?
Para dar respuesta a esta pregunta podemos hablar de tres tendencias principales que están marcando los cambios que se están produciendo en este sector.
1. La búsqueda constante de un bienestar integral.
La salud y la búsqueda del bienestar físico y mental están actualmente en el centro de las preocupaciones de los consumidores y se posicionan cada vez más como uno de los principales factores de decisión en el consumo de bebidas con alcohol.
En este contexto, podemos observar cómo se está produciendo una demanda cada vez mayor de productos naturales, saludables y que al tomarlos te sienten bien, lo que ha llevado a que las compañías aumenten la oferta de bebidas con alcohol libres de gluten, sin lactosa, veganas, bajas en calorías o incluso bebidas que incorporan ingredientes naturales que mejoran nuestro estado de ánimo.
Por otro lado, el auge de bebidas con poca graduación y sin alcohol también es cada vez mayor. Si bien ya estábamos habituados a ver bebidas “sin” en categorías como la de la cerveza, cada vez surgen nuevas alternativas como recientemente ha hecho Tanqueray con la versión 0,0 % de su ginebra.
2. Una experiencia premium y personalizada.
Esta creciente preocupación por la salud está llevando a los consumidores a beber cada vez menos, pero buscando productos de mayor calidad, así como experiencias que les sorprendan. Podemos ver corrientes como el maridaje, la coctelería y los bartenders consolidándose en nuestro país, haciendo del momento de consumo una experiencia única y personal para cada cliente, en la que la persona puede indagar en sus gustos y disfrutar de sabores cada vez más exóticos y novedosos, enriqueciendo así el momento de consumo.
3. El valor de lo artesano.
La búsqueda de la naturalidad en los productos nos ha llevado a un auge de los productos artesanales, que ya impregna el sector de las bebidas con alcohol en España.
Los consumidores buscan la sinceridad en las marcas que consumen, y las marcas han encontrado en la artesanalidad una vía para conectar con los consumidores, permitiéndoles conocer de primera mano la realidad de los productos que adquieren: la vuelta a los orígenes, la demostración de la autenticidad de la marca, el generar orgullo por el producto local y la producción propia, el contar la procedencia y la historia que hay detrás de cada producto…
Del mismo modo, contar con productos artesanales nos permite generar una experiencia de marca más cercana, invitando a los consumidores a conocer las instalaciones y procesos de producción, y aprovechando las visitas para que consuman la bebida en un entorno privilegiado.
Nos encontramos en un sector que se está desdibujando y volviéndose a dibujar, en el que las compañías tienen un doble reto por delante. Por un lado, deben de ser capaces de entender el ocio actual y la nueva relación de los consumidores con este tipo de bebidas. Por otro lado, deben saber encontrar su hueco en un entorno cambiante, sin perder su identidad y trasladando su unicidad a través un discurso propio y una experiencia de marca global.
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